Valiente testimonio de Chamelly Stephanie
Joven entra en contacto con el blog de Julio Severo para contar sobre sus experiencias electorales en defensa de la vida
Hola Julio, ¿todo bien?
Un placer hablar con usted.
Sigo su blog desde un largo tiempo, y comento sobre lo que ha sucedido en nuestro país. Los intentos de legalizar la iniquidad en nuestra nación, y la promoción de un PLC 122 que hiere nuestros principios, nuestra fe, por un grupo de ciudadanos autoritarios.
En el domingo 6 de octubre, día de las elecciones, hice una protesta silenciosa cuando fui a las urnas en la mañana y me pasé todo el día con una camiseta que, en realidad es una forma de alertar sobre este peligro que se llama PT, tal como puede ver en las fotos. Lo más asombroso es que yo había pagado por adelantado a una tipografía en Taquara-JPA, aquí en Río de Janeiro, el encargo de imprimir en algunas camisetas ciertas frases; y cuando las fui a retirar en el día 2 de octubre, la persona que me atendió dijo que el establecimiento ya no podía hacer esas impresiones (???). ¡Vaya, vaya, sólo pudo ser por razones políticas! Así que, decidí hacerlo yo misma, a mano.
Fui a votar, y un funcionario de la mesa de votación, intentó impedirme el uso de la camiseta (?), sin saber que en día de las elecciones yo podría sí, hacer manifestación silenciosa de conformidad con la Ley 9.504/97. Por supuesto, hice uso de mi derecho y voté, vestida con “ABORTO NO, PT NO”, porque hoy todavía yo puedo ejercer el derecho de expresión sin tener que usar una mordaza y vivir en una dictadura. Pero ¿hasta cuándo?
En ese mismo domingo por la mañana, fui a la iglesia que asisto, y un cuidador me pidió que vistiera una chaqueta por encima de la camiseta, porque era el día de las elecciones y el mensaje era muy fuerte (?). Me dijo que si me lo permitía, eso se podría “volver en su contra”. Y quiero que sepa que lo peor no es ser juzgado en la calle; lo peor es ser crucificado en la Iglesia, que en realidad era la que debería alertar a sus miembros acerca de lo que sucede en los bastidores del Congreso, del Senado, donde ni todos son tan lindos ni tan buena gente como parecen.
¿Hasta cuándo la iglesia permanecerá en silencio sin oponerse a todo lo que está sucediendo en Brasil?
Me siento orgullosa de poder leer su blog diciendo verdades, de ver su valentía. Me siento orgulloso de ver a Silas Malafaia colocar 600 vallas en RJ, advirtiendo acerca de la procreación de la especie humana, de ver grandes líderes como el pastor Piragine subiendo un vídeo en YouTube advirtiendo a la iglesia sobre los grandes problemas de elegir un petista nuevamente.
Si dentro de la Iglesia no se habla de política, entonces no deberían distribuir panfletos ni indicar que voten por fulanito en las elecciones, ¿verdad? ¡Qué hipocresía! ¿Cuál es el miedo que la Iglesia tiene de ser juzgada, de ser crucificada por la prensa? ¿No es la misma Iglesia que dice que ha sido crucificada con Cristo? No me importa lo que digan, si me tirarán piedras, o si la iglesia a la cual asisto tiene un gran nombre. No voy a ponerme una venda en los ojos, y luego llorar cuando nuestra Biblia esté fuera de circulación, y estar refunfuñando: “Oh, está tan difícil seguir a Jesús!”
Quiero ver cuando las cosas se pongan realmente difíciles, como la Iglesia de Cristo se comportará.
Lo que yo decidí hacer es un grito sin voz de una persona que se rebela frente a un PNDH-3 y PLC 122/06. Es un intento de, ¿quién quita?, cambiar las opiniones de las personas cegadas con la fantasía y la manipulación de la Red Globo, con el Partido de los Trabajadores y similares, para llevarlos a una reflexión sobre el gran número de asesinatos de nuestros niños y la dictadura homosexual que vendrán si se introducen estos absurdos en esta nación.
Decidí quedarme hasta el día 31 de octubre con estas camisetas, para alcanzar a un mayor número de personas. Me cansé de no ver nadie haciendo nada; de la Iglesia callada frente a estos absurdos. Ser juzgada o no, crucificada o no (he sido crucificada con Cristo en la cruz del Calvario), voy a defender mi fe, la Palabra que es mi guía. Temo a Dios no a las personas. Este mundo no tiene nada que ofrecernos. Ellos quieren ridiculizar la palabra de Dios, la familia, los niños, y todo lo perfecto que Dios soñó para el hombre. Llegó la hora de que la gente de Dios diga NO a todo eso. Yo tengo el valor, y voy por fe a hacer lo que me da paz… a pesar del mundo.
¡Dios nos ha dado un espíritu de valentía, no de cobardía!
Un fuerte abrazo, que Dios te dé fuerzas para continuar este trabajo brillante.
Que Jesús te bendiga.
Atentamente,
Chamelly Stephanie
Traducido de portugués para español por Maria Valarini
Versión en portugués: Testemunho corajoso de Chamelly Stephanie
Versión en inglés: Courageous witness in Brazil
Internet, aborto y religión alteran las elecciones presidenciales en Brasil
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