Tuesday, November 26, 2013

Luiz Mott: Los homosexuales son eunucos


Luiz Mott: Los homosexuales son eunucos

“Si tu órgano sexual te hace pecar, córtalo”

Julio Severo
“Los gais son los eunucos de hoy,” dijo Luiz Mott, considerado el padre del movimiento homosexual en Brasil.
¿En qué sentido exactamente eunucos y homosexuales son iguales según Mott? ¿Los eunucos sólo deseaban hombres?
Luiz Mott y estatua de un bebé desnudo
Los eunucos eran hombres castrados que trabajaban en los palacios de algunos países. Daniel, el profeta de la Biblia, había sido llevado joven al palacio de Nabucodonor en Babilonia. Allí fue a trabajar como un hombre castrado, un eunuco.
Tal vez estos pueblos entendieron en su momento, que un hombre castrado estaría menos ocupado con el sexo y libre para centrarse en las cuestiones gubernamentales.
Los eunucos también fueron usados ​​como guardias de los harenes. Para ese papel eran totalmente confiables. Ellos podrían estar cerca de las mujeres más bellas, aunque estuvieran desnudas, sin experimentar un ápice de atracción o deseo sexual.
Los eunucos no tienen relaciones sexuales o deseos sexuales. Ellos no ocupan su tiempo y mente con intereses sexuales.
Por lo tanto, no se sabe porqué Mott comparó homosexuales con eunucos. Hombres adictos en prácticas homosexuales ocupan su tiempo y mente con lascivias anales y fecales. A diferencia del eunuco, ellos no pueden estar delante de otro hombre sin experimentar pensamientos lujuriosos. En el caso de Mott, él ha dicho que ha tenido sexo con más de 500 hombres.
Casi todos los problemas del adicto homosexual giran alrededor de su adicción. Si él fuera eunuco, sin duda tendría una vida mucho más tranquila: sin orgías con desconocidos hombres gais, en sucios baños públicos; sin pornografía; sin enfermedades que acompañan el sexo fecal; sin la constante búsqueda del placer en bares gais; sin exponerse a los riesgos de las zonas de prostitución homosexual y sin los vicios del alcohol y las drogas, que a menudo acompañan los vicios del sexo fecal. Y sin el peligro de sufrir agresiones y asesinato de amantes homosexuales.
Aunque la comparación de Mott sea irreal, ¿es imposible que un hombre adicto a la homosexualidad sea un eunuco? Por supuesto que no.
Todo lo que necesitaría hacer es una operación de castración.
Puedo oír algunas voces políticamente correctas diciendo: “¡Oh, qué horror! ¿Cortar su miembro? ¡Esto no es ético, no es bíblico, es un crimen, es una locura, es animalesco, es salvaje!”
Pero no se oye el mismo grito histérico cuando un activista homosexual, en un programa de entrevistas, tranquilamente defiende que adictos a la homosexualidad tengan el derecho de “cambio de sexo.”
Este cambio implica mucho más que solo la castración. Involucra la mutilación, deformación y perversión de los órganos sexuales. Es un sacrificio pro perversión.
Pero ¿sabías que hay sacrificios que se pueden hacer para el Reino de Dios? Estos sacrificios te alejan del pecado y del vicio de una perversión en particular. Jesús dijo:
“Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.“ (Marcos 9:43-48 RV60)
“No se puede hacer lo que Jesús dijo. ¡Esto es una locura!” exclaman muchos. Griten eso a los activistas homosexuales que exigen costosas operaciones de mutilación sexual, a favor de la perversión, pagadas con el dinero de los impuestos de los trabajadores brasileños.
Quitar el órgano sexual como un sacrificio contra el pecado es mejor que mutilarlo para sumergirse en el pecado. Eso es un útil consejo para los seguidores de Luiz Mott. Si el padre de su movimiento cree que los adictos a la homosexualidad serían mejores como eunucos sólo tengo que estar de acuerdo.
En el caso de Mott, el problema es mucho más complejo. Él ha sido acusado de defender la pedofilia. Hay incluso, un vídeo indecente producido por Mott en donde él, casi abrazado a una estatua de un bebé desnudo, ensalza las “maravillas” de un museo erótico. Si se demuestran las acusaciones en contra él, no sería caso para la castración.
La castración es para aquellos que experimenten fuertes deseos de pecado, pero aún no han llegado a cometer actos de pedofilia o prostitución. Para el hombre que comete violación contra los niños, la Biblia establece fuertes sanciones.
Quiero dejar claro, públicamente, que apoyo la reivindicación de Mott de que los adictos al homosexualismo tengan el derecho de ser eunucos. Mejor eso que llegar al punto de defender y practicar la pedofilia. Sólo que yo solo no puedo costear las operaciones de castración, por lo tanto invito a todos para que ayuden a Mott y sus seguidores en esta noble reivindicación.
Mi consejo entonces, siguiendo la sugerencia de Mott de que los homosexuales deben ser eunucos y siguiendo la reivindicación de muchos activistas gais que exigen que la población brasileña les cubra costosas operaciones de mutilación sexual, es la castración.
Es un consejo fuerte porque las consecuencias son mucho más fuertes. Los homosexuales, junto con otros graves pecadores, están impedidos por determinación de Dios de entrar en el Reino de Dios:
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.“ (1Corintios 6:9,10 RV60)
Sin embargo, los siguientes versículos dejan claro que algunas personas que tenían estas prácticas erróneas las habían abandonado. “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. 19a ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo…?” (1Corintios 6:11,19a RV60)
Jesús nos libera de todos los pecados. Pero en ocasiones, puede ser necesario algún sacrificio.
Si las personas en pecado pueden hacer grandes sacrificios por el bien de su pecado, incluyendo la mutilación y perversión de sus órganos sexuales, ¿por qué no podrían seguir la idea del eunuco sugerida por Mott?
La advertencia de Dios para los homosexuales es que su adicción les cierra la puerta para que puedan entrar en el Reino de Dios.
Por el contrario, el eunuco es blanco del  amor especial de Dios:
“… Ni diga el eunuco: He aquí yo soy árbol seco. Porque así dijo Jehová: A los eunucos que… abracen mi pacto, yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá.” (Isaías 56:3-5 RV60)
Otra versión es aún más clara:
 “…Tampoco debe decir el eunuco: ‘No soy más que un árbol seco’. Porque así dice el Señor: ‘A los eunucos que… sean fieles a mi pacto, les concederé ver grabado su nombre dentro de mi templo y de mi ciudad; ¡eso les será mejor que tener hijos e hijas! También les daré un nombre eterno que jamás será borrado.’” (Isaías 56:3-5 NVI)
¡Daniel es un buen ejemplo del eunuco bendecido por Dios! Él ahora se encuentra en el Reino de Dios. En la tierra, vivió como un eunuco — una vida sobria, agradable y fiel a Dios.
Mott quiere a los homosexuales como eunucos, pero los activistas homosexuales proponen la mutilación sexual para pecar más. La propuesta de Jesús es la mutilación del órgano para no pecar más.
Con los órganos sexuales cortados las personas que practican actos homosexuales nunca más anunciarán sus asquerosas prácticas sexuales anal y fecal. También detendrán su frecuente persecución a los líderes profamilia que denuncian la nocividad de estas prácticas.
En 2007 la Asociación Brasileña de Gais, Lesbianas, Bisexuales, Travestis y Transexuales (ABGLT) había presentado una denuncia en el MPF  en contra mía por “homofobia.”
La denuncia fue hecha porque regularmente denuncio el comportamiento homosexual como inmoral, y me opongo a los objetivos del movimiento homosexual.
Mott se alegró con la noticia. “Todos estamos orgullosos de la ABGLT por la denuncia en contra de nuestro archienemigo Julio Severo,” él ha sido citado, declarando en una lista homosexual de correos electrónicos en Yahoo. “Espero que sea condenado a cadena perpetua en Sodoma y Gomorra.”
Mott es el más importante promotor de la agenda de los “derechos gay” en Brasil y aliado del gobierno socialista de Brasil. Él es también un promotor de la legalización de la pedofilia y pederastia, un hecho que ayudé a exponer internacionalmente hace años (ver cobertura del LifeSiteNews en  http://www.lifesite.net/ldn/2007/jul/07073011.html).
La influencia de Mott ha sido clave en usar a la ONU para presionar al Brasil a tipificar como delito la “homofobia” — que incluye opiniones contrarias a las prácticas homosexuales.
Con la castración sus seguidores perderían el interés en la agenda gay, incluyendo su determinación obsesiva de imponer el adoctrinamiento homosexual a niños escolares.
¡Esperemos que los seguidores de Mott, que todavía no abogan ni practican la pedofilia, puedan cortar sus órganos sexuales con el fin de seguir el excelente ejemplo de Daniel! El camino está abierto, con la bendición de Jesús, que dijo (parafraseando):
“Si tu órgano sexual te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar en la vida mutilado, que teniendo sus órganos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.” (Marcos 9:43,44 RV60)
Versión en portugués: Luiz Mott: Homossexuais são eunucos
Traducido de portugués para español por Maria Valarini.
Lectura recomendada:

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