Sunday, June 6, 2010

Andrew Breitbart: La izquierda es, en esencia, la gran prensa

Andrew Breitbart: La izquierda es, en esencia, la gran prensa

Kathleen Gilbert
LOS ANGELES, California, 7 de mayo 2010 (Pro-Familia Noticias) — La parcialidad de los medios de comunicación de izquierda está tan profundamente arraigada que es una parte esencial de su estructura — una estructura contra la cual los conservadores deben luchar mucho para desafiarla con eficacia, de acuerdo con el conservador Andrew Breitbart, que es un especialista en los medios de comunicación de la actualidad.
“Para mí, la izquierda es, en esencia, los medios de comunicación”, dijo Breitbart en una entrevista a Matt Brody de la cadena evangélica CBN.
“Grandes nombres de la izquierda como la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi y el líder mayoritario del Senado Harry Reid”, explicó, “tienen poco encanto.” “La capacidad de ellos para realizar lo que quieren se debe a que están haciendo favores a los medios de comunicación”, dijo Breitbart. “Los medios de comunicación conforman un ecosistema socialista, una organización de izquierda. Por esa razón, los medios de comunicación pueden cambiar la dinámica de lo que estamos conversando.”
Conocido por atacar de lleno la parcialidad de los medios de comunicación izquierdistas, Breitbart es un comentarista político que tiene su propio sitio de noticias, Breitbart.com, así como los blogs Big Hollywood, Big Government y Big Journalism. También trabaja como editor del Drudge Report.
“Me concentro en todo para atacar a los medios de comunicación por su parcialidad y que puedan darse cuenta de sus tendenciosidades, de lo  que informan incorrectamente, o de lo que dejan de informar”, dijo.
“Cuando me concentro en todo lo dicho por los medios de comunicación, yo realizo la única cosa que ellos piden que no hagamos. ‘Por favor, acepten la premisa de que somos imparciales, y sigamos adelante’. No. No voy aceptar esa premisa. Es simplemente una flagrante mentira que esa gente me diga con cara limpia que no han ganado la gran prensa y sus trabajos desde una perspectiva política, desde una perspectiva de izquierda”.
Cuando maltratados por los medios de comunicación, Breitbart instó a los conservadores a no actuar de conformidad con las reglas establecidas por la gran prensa. “Estas personas no luchan de forma imparcial”, dijo. “La izquierda no juega limpio. Así que, básicamente, estoy diciendo a los conservadores: ustedes no deben pelear de forma imparcial”.
“Quiero analizar este paradigma políticamente correcto. Estas son las reglas que dicen a los conservadores: no se les permite decir esto, no se les permite pensar aquello. Este tipo de absurdo de la criminalización orwelliana del pensamiento es contra lo que yo estoy luchando”.
Aunque Breitbart no es muy religioso, dijo que los ataques perpetrados contra los cristianos por la gran prensa “me enojan mucho.” “Me considero de tradición judía-cristiana… me identifico con la cosmovisión de los EE.UU.”, dijo. “Es una cosmovisión claramente judía-cristiana y creo que funciona.”
Pero los cristianos, dijo, solamente agravarán el problema si continúan reaccionando de forma pasiva a las calumnias de los medios de comunicación. “Las tácticas cristianas de ‘poner la otra mejilla’ no funcionan con esta gente”, dijo.
Breitbart, dijo que esperaba que su batalla contra los medios de comunicación de izquierda pueda convertirse en “un movimiento internacional”, y comparó su batalla con la batalla contra el comunismo en el siglo pasado.
“Esta es la misma batalla que Ronald Reagan y millones de otras personas  combatieron en el siglo XX. La batalla de ahora tiene como campo de batalla la nueva gran prensa del siglo XXI”, dijo. “La guerra fría es ahora una guerra de los nuevos medios de comunicación.”
Traducido del portugués por: Maria Valarini

Friday, June 4, 2010

Los socialistas y los vampiros

Los socialistas y los vampiros

Obama puede que no duerma en un ataúd real, pero sí quiere llevar a Estados Unidos a la tumba

Don Feder
Dos cosas son obvias: la izquierda controla la cultura y nuestra cultura está obsesionada con los vampiros.
Para que conste, no estoy sugiriendo que Barack Hussein Obama duerme en un ataúd conteniendo un puñado de la tierra que lo vio nacer (Kenia) o que Hillary Rodham Clinton podría ser eliminada con una estaca clavada en su corazón, si usted lograra encontrarlo.
No obstante, los paralelismos entre socialismo y vampirismo son demasiado evidentes como para ignorarlos.
En estos días, casi no se puede pasar frente a una sala de cine sin ser atacado por enjambres de criaturas con dos largos colmillos. Un sitio web publicó una lista de más de 80 películas de vampiros producidas entre 2009 y 2010, o que aún serán estrenadas.
La tercera parte de la exitosa película “Twilight” (Crepúsculo) debutará el 30 de junio. El 13 de junio se dará el estreno de la tercera temporada de la popular serie “True Blood” de HBO. En “True Blood”, los vampiros modernos salen del ataúd con una Asociación de los Derechos de los Vampiros, con el Proyecto de Enmienda Constitucional de los Derechos de los Vampiros y con el Matrimonio entre Humanos y Vampiros, pero sólo en los estados progresistas como Vermont, donde se considera discriminatorio limitar el matrimonio sólo a los que no son vampiros.
“True Blood” ofrece vampiros como metáfora de lo que la izquierda denomina discriminación. Sookie Stackhouse, una izquierdista que piensa que moralmente está por encima de las otras personas, siempre está sermoneándonos sobre la necesidad de tolerar a aquellos que se alimentan de sangre, mientras que los ejemplos de intolerancia en “True Blood” son los fanáticos religiosos denominados la “Comunidad del Sol”. Para la izquierda, el fanatismo es sinónimo de religión (cristianismo y judaísmo).
Los vampiros dominan también los libros de ficción más vendidos. Las novelas de Anne Rice (iniciando con “Interview With The Vampire” [Entrevista con el Vampiro]) han vendido más de 136 millones de copias. Tres de ellas se transformaron en películas.
“Dead In The Family” de Charlaine Harris es actualmente el número uno en la lista de libros más vendidos del The New York Times. Sus novelas inspiraron la serie “True Blood”. Hay ficción de vampiros para jóvenes (como si los adolescentes no tuvieran suficiente trastornos) e incluso novelas históricas de vampiros, incluyendo “Abraham Lincoln: Vampire Hunter”  (Abraham Lincoln: El cazador de vampiros), que salió en marzo. Pronto vendrá “Die, Arlen, die!” y “La Maldición de la Vida de Ted Kennedy”, donde un hinchado senador tartamudo se emborracha con sangre. (“¿Me equivoqué? ¿La yugular está en el cuello?”)
En un reciente vuelo de Los Ángeles a Sídney, tuve la opción de tres películas de vampiros: “Cirque de Freak: The Vampire’s Apprentice” (Circo dos Horrores: El Aprendiz de Vampiro), “Daybreakers”, y el siempre popular “New Moon” (Luna Nueva). 
Quedaron en el pasado las películas de quinta categoría con un terrorífico personaje con acento rumano, vestido con traje de etiqueta y un manto negro de ópera. Los vampiros de hoy incluyen vampiros deprimidos, vampiros trastornados, vampiros angustiados, vampiros eróticos y la gente que trabaja para el IRS (Internal Revenue Service — Servicio de renta o impuesto interno en USA).
Los vampiros de hoy son exactamente como los izquierdistas se imaginan a sí mismos — incomprendidos, ambivalentes, inteligentes, audaces y, sobre todo, devastadoramente sexys.
Para la izquierda secular, los vampiros representan lo mejor de todos los mundos posibles — la inmortalidad sin Dios. Los vampiros son los perfectos superhéroes del socialismo — una versión oscura de Superman (sólo hay que reemplazar la luz del sol por la kryptonita).
Uno bien puede comprender la afinidad de los socialistas con los muertos-vivos. Hay sorprendentes similitudes entre ellos:
1. Muchos socialistas son como vampiros. Los parlamentares americanos, Nancy Pelosi, Harry Reid, Rich Frank y Arlen Specter. ¿Ellos parecen haber tomado mucho sol en estos días? Se puede imaginar a la izquierdista, la líder del gobierno de Obama en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, como el conocido vampiro de Transilvania chillando: “¡Bienvenidos a mi Congreso. Entren voluntariamente. ¿No les importa ser donantes de sangre?” Los conservadores deberían poner en marcha un Grupo Parlamentario para Cazar Vampiros (Van Helsing PAC).
2. Al igual que los vampiros, los socialistas actúan como parásitos. La izquierda sorbe, a través de los impuestos, la vida de los trabajadores, de las empresas y de la economía en general. El objetivo es mantener a las víctimas vivas, pero en un estado debilitado, a fin de que puedan sorberlas el mayor tiempo posible. Día tras día, mes tras mes, año tras año, los liberales se levantan de la cripta, para beber la sangre de las personas productivas de la sociedad.
3. Los socialistas y los vampiros huyen de objetos religiosos — Drácula retrocede aterrorizado, cubriendo la cara con su capa, solo por mirar un crucifijo. Los muertos vivientes de las ONGs y los periódicos de izquierda se encogen de miedo sólo por mirar los símbolos cristianos como los Diez Mandamientos. Estas criaturas sin Dios ven la fe como una amenaza intolerable a su sistema secular de gobierno.
4. Tanto los socialistas como los vampiros se reproducen sin sexo. No hay vampiros bebés balbuceando “gugu-dada” en cunas tipo ataúdes. Los muertos-vivos aumentan el número de su especie mordiendo a los seres humanos saludables. Los vampiros de la izquierda se reproducen en los colegios y las universidades, en las escuelas públicas, en los cines y en televisión. ¿Cuántos pequeños socialistas habría si los vampiros socialistas más viejos — Michael Moore, Oliver Stone, Oprah Winfrey, Bill Maher, etc. — no dominaran la cultura? Los socialistas no tienen hijos, ellos muerden los hijos ajenos, metafóricamente sorbiendo y exterminando el sentido común y la moralidad en los mordidos. 
5. Los izquierdistas y los vampiros conservan su existencia en las sombras. Los vampiros ocultan su existencia, temiendo que si la sociedad tuviera consciencia de la presencia de vampiros, los habitantes de las ciudades se aglomerarían en  multitudes con antorchas y horcas. El miedo a ser detectados impulsa a los socialistas a llevar sus vidas en secreto. Ellos constantemente inventan nuevos eufemismos (véase "progresistas") para ocultar la realidad de su existencia. Es raro que un socialista admita que es izquierdista, sobre todo cuando es candidato a un cargo político. Ellos alegan que no desean socializar la economía, minando su vitalidad. Dicen que solo buscan una distribución más justa de las riquezas. Afirman que quieren acabar con la explotación y la inestabilidad de las instituciones financieras. Dicen que no quieren nacionalizar el sistema de atención de salud, sino mejorar el sistema de distribución. Ellos argumentan que no están tratando de destruir el matrimonio, sino de obtener igualdad para todas las familias.
6. Estas dos sucias especies desprecian y explotan los seres humanos. Los vampiros ven a las personas como una raza inferior que existe principalmente para servirles de comida. Los socialistas elitistas ven al hombre común de la misma manera — como vacas lecheras y heno para sus esquemas utópicos. Ellos siempre quieren que haya más seres humanos normales que socialistas. Para mantener el equilibrio de la naturaleza, los depredadores no pueden exceder jamás el número de sus presas.
7. El socialismo ha creado una cultura de la muerte donde Vlad Teppish (El Drácula original, también conocido como Vlad III, el Empalador) se sentiría como en casa. Todas las obsesiones del socialismo acaban en muerte (del cuerpo o del espíritu): el aborto y la eutanasia, las drogas y la pornografía, la clase de educación sexual que separa la conducta sexual de la moralidad. La conclusión lógica es que el socialismo termina en la tumba — para el individuo, la familia y el país.
8. El socialismo está dedicado a promover los intereses de los homosexuales y musulmanes. Los homosexuales utilizan un acto que fue diseñado para dar vida como propagación de enfermedades y muerte. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, hombres que tienen sexo con hombres representan el 4% de la población masculina adulta, pero son el 48% de todas las personas que viven con el VIH en Estados Unidos. Con sus atentados suicidas y la yihad, el Islam es una secta asesina que se enmascara como una religión. Desde hace más de 1300 años, ha sido una máquina de matar. No es casual que Obama, que es religiosamente socialista, se haya comprometido a defender el Islam y la homosexualidad. Entre otros absurdos, él quiere homosexuales sirviendo abiertamente en las fuerzas armadas.
9. Obama es el Supremo Vampiro Socialista. En términos de vampirismo político, nunca hubo un presidente como Obama, el Empalador. Con los gastos que está haciendo, Obama duplicará la deuda nacional (a $15 trillones) y aumentará los impuestos en 1,4 trillones de dólares durante la próxima década. (Contribuyentes, ¿pueden sentir los colmillos hundiéndose en sus venas?) No, Obama no duerme en un ataúd. Pero allí es donde él quiere llevar a Estados Unidos.
Don Feder es un antiguo escritor del Boston Herald, quien ahora es un consultor de comunicación política. También mantiene su propio sitio Web:  www.donfeder.com
Traducido del portugués por: Maria Valarini