La candidata presidencial pro-aborto favorita para ganar lucha contra una creciente ola de sentimiento pro-vida
Matthew Cullinan Hoffman, Corresponsal para América Latina
BRASILIA, 14 de octubre de 2010 (Notifam) — La señora Dilma Rousseff, al presente la favorita para ganar las elecciones presidenciales de Brasil, era vista como una segura ganadora por los analistas políticos solamente hace dos semanas atrás. Por ser la sucesora escogida por el presidente más popular en el mundo, el Hon. Luiz Lula da Silva, la victoria de Rousseff parecía estar escrita en piedra.
Sin embargo, luego de perder sorpresivamente durante la primera ronda electoral el 3 de octubre, la señora Rousseff ahora se encuentra en una lucha cerrada y difícil, en contra de una creciente oleada de sentimiento pro-vida y pro-familia en el país, quienes ven a la señora Rousseff y su Partido de los Trabajadores como los proponentes principales para medidas controvertidas como la despenalización del aborto y el “matrimonio” homosexual. Se está haciendo más evidente que si la señora Rousseff no logra borrar su imagen pro-aborto, podría perder la presidencia debido a este tema.
La primera ronda de derrota de la señora Rousseff es atribuida en gran parte a la campaña llevada a cabo a través de la red cibernética por los evangélicos protestantes y los católicos quienes urgieron a los electores a que votaran en contra de la señora Rousseff y su Partido de los Trabajadores por su ideología abortista y homosexualita. Pasada la campaña, que incluyó la transmisión de un video de un sermón visto por cuatro millones brasileños por YouTube, la señora Rousseff perdió la mayoría de los votos que necesitaba por una puntuación de tres por ciento, obteniendo solamente el 47% del voto.
Ahora, mientras más obispos y sacerdotes católicos han añadido sus voces al coro que denuncia a la señora Rousseff, ella está encontrando que su ventaja sobre su rival, el señor José Serra, se desvanece. Las encuestas recientes han mostrado que la ventaja de la señora Rousseff de 13% sobre el señor José Serra, un demócrata socialista, durante la primera ronda electoral, ha descendido con una puntuación del cinco por ciento. En estos momentos, la señora Rousseff le está ganando al señor Serra con solamente de 54% a 46%, ubicando al señor Serra crecientemente cercano a una victoria en las elecciones del 31 de octubre.
Durante los días luego de la derrota, un creciente número de obispos y sacerdotes católicos han añadido sus voces al coro que denuncia a la señora Rousseff, incluyendo el Monseñor Aldo di Cillo Pagotto, Arzobispo de Paraíba, quien recientemente diseminó un video de él mismo denunciando al Partido de los Trabajadores por sus tácticas deshonestas y por trabajar con organizaciones internacionales que implementan una agenda abortista en Brasil.
La posición asumida en contra de la señora Rousseff y el Partido de los Trabajadores por las fuerzas pro-vida en Brasil está reforzada por las encuestas recientes, que indican que la vasta mayoría de los brasileños están en contra de una continua despenalización del aborto en Brasil. Una encuesta hecha hace poco por la agencia Datafollha halló que el 71% de los brasileños no quieren cambio alguno a la ley, mediante la cual no se imponen penas por abortos realizados en casos de violación, incesto o peligro de vida a la madre.
Respondiendo a la presión, la señora Rousseff ha comenzado a echar para atrás de su posición previamente expresada sobre el tema, la cual es también, en términos generales, sostenida por el Partido de los Trabajadores, en cuanto a la despenalización del aborto. En debates recientes sostenidas en oposición a Serra, se ha dicho que ella sostuvo que estaba en contra de la despenalización, lo que también ha dicho el señor Serra. Sin embargo, la señora Rousseff ha dicho claramente que ella se opone a la radicación de cargos contra las mujeres que vienen a los hospitales luego de inducir un aborto.
Ahora, según se informa, la señora Rousseff está preparando una refutación de los ataques vertidos en su contra, y también ha obtenido un compromiso de hacer lo mismo por parte de los protestantes evangélicos que son sus aliados y que han formado un segmento significativo de la coalición que trajo al poder al Partido de los Trabajadores en 1993. La coalición está ahora amenazada por la ruptura con los evangélicos sobre el tema del aborto, al igual que por la promoción de la agenda política homosexualita del Partido de los Trabajadores.
Sin embargo, el intento de la señora Rousseff para redefinirse como una candidata pro-vida viene muy tarde para protegerla de las consecuencias de años de activismo pro-aborto del Partido de los Trabajadores.
La señora Roseann Kennedy, una comentarista por la cadena radial CBN, dijo en una columna reciente que la señora Rousseff y sus partidarios han cesado del todo de usar la palabra “aborto”, y se están limitando a emitir declaraciones generales sobre el valor de la vida, precisamente porque si hablan, ellos “corren el riesgo de dejar la campaña de su candidata, la señora Rousseff, aún más enredada en contradicciones, dado que las resoluciones del Partido de los Trabajadores son claras en su posición a favor de la práctica del aborto.”
Versión del original en inglés: http://www.lifesitenews.com/ldn/2010/oct/10101401.html
Divulgación: http://julioseveroenespanol.blogspot.com
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