El “matrimonio” gay y la intimidación (bullying) de los medios de comunicación
Gobierno, medios de comunicación y un pueblo que dice una cosa y hace otra
Julio Severo
Los
estadounidenses se están rascando la cabeza, por lo menos las élites de los
medios de comunicación. Encuestas tras encuestas de opinión pública en Estados
Unidos muestran que el público estadounidense está cada vez más apoyando el “matrimonio” gay. Pero este apoyo no
está apareciendo en los referendos, donde la mayoría de los estados de la
nación están demostrando el rechazo a este tipo de matrimonio.
Estados
Unidos tiene 50 estados y 32 han votado en contra del “matrimonio” gay. A diferencia
de las decisiones de los tribunales, donde un juez o un panel de jueces imponen
una decisión arbitraria sobre toda una población, el voto popular expone la
voluntad de los ciudadanos.
Lo que
intriga a las élites es que cuando los periodistas de las principales cadenas
de televisión o institutos de investigación preguntan al pueblo estadounidense ¿Está
usted a favor del “matrimonio “gay? La respuesta suele ser “sí”. Pero
este “sí” misteriosamente se convierte en un “no” en las urnas.
Cuando el periodista
está presente el público parece revelar sólo lo que el periodista quiere
oír. Después de todo, los medios de comunicación están cargados de
contenidos pro-homosexualismo, y arrojan sin piedad la etiqueta de “homofóbico”
al ciudadano que expresa cualquier opinión contraria a la supremacía
gay. Los periodistas son expertos en la aplicación de estas
etiquetas. Ir en contra de la pregunta del periodista es ganar
gratuitamente una etiqueta no deseada. Es sufrir intimidación sin poder escapar.
Es pedir para sufrir.
El
ciudadano deja para dar su respuesta al periodista — y a las élites — en las
urnas.
Pueblo estadounidense muestra en las urnas lo que tiene miedo de mostrar frente a las cámaras |
Por lo
tanto, los periódicos con un hinchado triunfalismo izquierdista celebran las
encuestas que muestran una mayoría de la población americana supuestamente
apoyando el “matrimonio” gay, para se deshincharen tan pronto un referendo
sobre este tipo de matrimonio muestra el resultado — que casi nunca refleja la
voluntad de las élites.
En Brasil,
el diputado de la supremacía gay Jean Wyllys ha dicho que está en contra de un
referendo sobre “matrimonio” gay porque, en su opinión, el pueblo brasileño no
está preparado para tomar tales decisiones.
La
sugerencia de él es que el pueblo pase primero por una campaña “educativa”
(lavado de cerebro) para que los resultados de los referendos reflejen
fielmente los deseos de las élites.
Mientras
este lavado de cerebro no ocurre, el riesgo es ver en Brasil lo que vemos en
Estados Unidos: un pueblo que apoya el “matrimonio” gay frente a las cámaras
(dejando a las élites muy felices) y luego, dar media vuelta en las urnas,
dejando a las élites en pánico.
¿Quién no
se rascaría la cabeza delante de este cuadro contradictorio?
¿Cuál sería
la élite que no entraría en pánico con el comportamiento del pueblo que dice
una cosa y hace otra?
No es de
extrañar que las élites para resolver el “matrimonio” gay y otras cuestiones
morales importantes prefieran la intervención de jueces y sus decisiones
tiránicas. Ellos son confiables.
Quien no es
confiable es el pueblo.
En una
época donde tanto se habla de combatir la intimidación (bullying) la pregunta
es: ¿cuándo habrá leyes en contra de la intimidación de los medios de
comunicación (y sus amigos los jueces) contra el pueblo, de modo que la gente
pueda hablar libremente y sin temor ante las cámaras lo mismo que hablan con
claridad en las urnas?
Esta lucha
contra la intimidación debería derogar todas las leyes que han sido establecidas en contra de las personas,
incluyendo el derecho a la vida.
La llamada
democracia norteamericana ha sido pautada por el irrespeto a la voluntad del
pueblo, que nunca fue consultado sobre la trágica ley del aborto, que permite a
Estados Unidos desde 1973 la masacre anual de millones de bebés estadounidenses
desde el momento de la concepción hasta el momento del nacimiento. Las élites
americanas, que lograron imponer su voluntad abortista al pueblo
estadounidense, trabajan para extender a todos los pueblos, mediante
activismo mediático, hollywoodiano y
judicial, una agenda izquierdista radical nunca soñada por los fundadores de
Estados Unidos. Esta agenda incluye la supremacía gay, que ya está siendo
promovida como prioridad por el gobierno, medios de comunicación e
instituciones de Estados Unidos.
¿Cuándo
habrá leyes contra la intimidación (bullying) de los medios de comunicación,
del gobierno y de las instituciones estadounidenses que promueven e imponen a
las naciones una agenda de aborto y homosexualismo que el pueblo estadounidense
nunca aprobó?
Versión en portugués: “Casamento”
gay e o bullying da mídia
Traducido de portugués para español por Maria Valarini.
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