Teología de la Misión Integral
¿Puede el evangelio ser utilizado como una plataforma para alguna ideología?
“La teología de la Misión Integral es una variante protestante de la Teología de la Liberación”.
— Ariovaldo Ramos, en la revista marxista Diplomatique . Ramos fue director en Brasil de Visión Mundial.
Julio Severo
“¡Dios escuchó nuestras oraciones!” Así dijo la viuda al abrir la puerta de su pobre casa y ver junto con su hijo varias cajas con alimentos, ropa y otros productos. Todo estaba allí, delante de su puerta, sin ninguna identificación del bondadoso donante. Pero la viuda sabía que, quienquiera que fuese, había sido un instrumento de Aquel que toca los corazones para estas preciosas expresiones del amor.
Testimonios similares se repiten en todos los tiempos y lugares: en sus necesidades las personas oran y reciben bendiciones especiales de donantes desconocidos. Son desconocidos movidos por Aquel que es amor y humildad y que practican el amor sin ningún deseo de ser reconocidos de acuerdo a lo enseñado por el mismo Jesucristo:
“Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mateo 6: 1-4 RV60).
Esta es la belleza de la vida cristiana: el amor en acción, en obediencia al Señor Jesucristo, se expresa en humildad. La caridad cristiana es una acción impulsada por puro amor, nunca por ideología.
El amor frente a la ideología
Pero cuando entra la ideología, entra la imposición y sale el amor.
Donde Dios da a cada persona la libertad de ayudar a aquellos que realmente necesitan, la ideología utiliza la fuerza bruta para tomar de los demás bajo el pretexto de ayudar a los necesitados.
Dios ayuda mediante sus siervos, por amor.
La ideología, mediante sus adeptos; impone en nombre del amor.
Dios usa a las personas voluntariamente.
La ideología hace uso del Estado para obligar a las personas.
Esta es la diferencia básica entre la ideología y el amor inspirado por Dios.
A la ideología le gusta lidiar con el dinero, sobre todo el dinero de los otros. Mientras que en la vida cristiana cada seguidor de Cristo utiliza sus propios recursos para bendecir a los necesitados, los partidarios de la ideología utilizan el dinero tomado de los demás a menudo por la fuerza. Y no sólo lo hacen para ayudar a las personas que supuestamente necesitan ayuda, sino también para ayudarse a sí mismos, tal y como lo hizo Judas.
Judas, el apóstol que traicionó a Jesús, era el responsable del dinero que la gente voluntariamente donaba a los pobres. Él utilizaba el dinero para ayudar no sólo a los pobres, sino también a sí mismo, y aun así, recibió soborno para traicionar al Maestro.
La traición al Maestro puede ocurrir de varias formas. Cuando un cristiano sólo ayuda a los pobres con el dinero de otras personas, vive de eso y promueve una ideología que defiende el Estado en su papel de recaudador del dinero de los demás para supuestas obras de caridad, el nombre de Jesús no es glorificado. Es traicionado.
¿Qué, por ejemplo, haría un pastor adepto de la Teología de la Misión Integral viajar a Venezuela para apoyar a Hugo Chávez por sus políticas supuestamente dirigidas a los pobres? ¿Por qué este pastor no se buscó un buen trabajo y con el dinero de su salario duramente ganado hacer caridad hacia los pobres?
Asistencia apostólica selectiva
Tanto los partidarios de la Teología de la Liberación como los adeptos de la Teología de la Misión Integral se creen que son más apóstoles que los doce apóstoles de Jesús. Los primeros apóstoles tenían en la iglesia un ministerio de caridad, no dirigido a los no creyentes o a la sociedad, ni siquiera a todos los creyentes. Era dirigido exclusivamente a las viudas que cumplieran ciertos requisitos:
“Honra a las viudas que en verdad lo son. Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios. Mas la que en verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios, y es diligente en súplicas y oraciones noche y día. Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta. Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles; porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo. Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra. Pero viudas más jóvenes no admitas; porque cuando, impulsadas por sus deseos, se rebelan contra Cristo, quieren casarse, incurriendo así en condenación, por haber quebrantado su primera fe. Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran. Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia. Porque ya algunas se han apartado en pos de Satanás. Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, y no sea gravada la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son viudas” (1 Timoteo 5: 3-16 RV60)
La ayuda de la iglesia era selectiva. No todas las viudas pobres tenían el derecho automático de recibir asistencia. Primeramente ellas tenían que someterse a algunas pruebas de evaluación moral.
Sin embargo, los adeptos de las teorías cristianas de línea marxistas más comúnmente se basan en la decisión de los primeros apóstoles judíos guiando a toda la iglesia a entregar sus propiedades al liderazgo apostólico. Pero, contrariamente a la interpretación que haría la Teología de la Misión Integral (TMI), la intención de los apóstoles nunca fue la de transformar la iglesia en una mega-agencia de caridad para toda la sociedad.
El capítulo 5 del libro de los Hechos que habla sobre la entrega de todos los bienes a los apóstoles, también habla de apóstoles llenos del Espíritu Santo: “Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo…" (Hechos 5:12 RV60)
El verdadero cristianismo practica la caridad a aquellos que realmente necesitan y merecen, y realiza señales y maravillas entre la gente: sanidades, expulsión de demonios, etc. Los adeptos de la TMI, que no son conocidos por señales y maravillas de sanidad y liberación en medio del pueblo, son más conocidos por defender el papel de la Iglesia como una fuerza de presión sobre el Estado en su afán de extraer recursos de los ciudadanos para presuntas prácticas de caridad sin la selectividad que los apóstoles mantenían.
Decisión de los apóstoles: ¿inspiración estatal, ideológica o meramente eclesiástica?
La decisión de los apóstoles de que todos los miembros de la iglesia tuvieran todo en común tenía como objetivo:
* Mantener los miembros pobres y enriquecer a los apóstoles, así como se hace en la moderna Teología de la Prosperidad.
* Crear un sistema político para tomar de quienes no tienen nada para dar a fin de suplir a los que nada tienen, según lo propuesto por la Teología de la Misión Integral.
Si usted eligió una de las dos opciones se ha equivocado.
Lo que los apóstoles hicieron no fue un medio de enriquecerse a expensas de los miembros. Y ellos tampoco estaban utilizando la iglesia para crear un sistema político. Fue puramente una decisión interna, una decisión dirigida únicamente a la iglesia judía. Nunca fue su intención transformar la experiencia de la iglesia en una teocracia socialista, presionando el Estado para imponer a la sociedad una distribución forzosa de los bienes.
Una transferencia de este sistema para la esfera secular tendría que imponer ciertas medidas:
* Todos los ciudadanos deben someterse a la autoridad de los apóstoles estatales y el incumplimiento traería las mismas consecuencias sufridas por Ananías y Safira: la pena de muerte.
* Todos los ciudadanos deben entregar todos sus bienes a los apóstoles estatales.
Incluso, si nos atreviéramos a considerar la posibilidad de los apóstoles aceptando la secularización de su particular decisión para la Iglesia, transfiriéndola a la sociedad, ¿cuál sería el resultado?
La iglesia judía de los 12 apóstoles económicamente sufrió mucho cuando fue alcanzada por una gran hambruna que azotó el Imperio Romano. Pero las iglesias fundadas y dirigidas por el Apóstol Pablo en Asia Menor y Europa, que también eran parte del Imperio Romano, no sólo tuvieron capacidad económica para sobreponerse a la crisis del hambre, sino que incluso enviaron ayuda a la empobrecida iglesia judía.
Hubo una significativa diferencia: Pablo no quiso llevar a sus propias iglesias las prácticas de los apóstoles de Jerusalén, que habían establecido el todo en común. (Véase un estudio más detallado aquí .)
El bienestar obligatorio
Si una gran hambruna azotara el mundo — y donde hay políticas socialistas predominantes, la pobreza es inevitable a corto o a largo plazo —, hasta las iglesias cristianas serían afectadas, incluyendo las iglesias dirigidas por apóstoles. Pero, escaparán las iglesias que no hayan sido infectadas por la visión que está al servicio de una ideología de falsa compasión.
Consideremos la propuesta de la Teología de la Misión Integral (TMI) utilizando como base la práctica de los apóstoles:
La TMI quiere que el Estado obligue a todas las personas a compartir sus ingresos para sus programas de asistencia social.
La iglesia apostólica solamente utilizaba los fondos de la iglesia para apoyar a la propia iglesia, nunca utilizando estos recursos para la asistencia social del mundo.
La TMI apoya a cualquier gobierno corrupto e inmoral, siempre y cuando practiquen “asistencia social”.
La iglesia primitiva no tenía ninguna propuesta de bienestar social o político. Lo que había era un programa de asistencia a las viudas. Este programa requiere dos cosas muy claras: el deber de sostener a las viudas compete a las familias de ellas. Las que no tenían familias podían contar con la ayuda de la iglesia si llenasen ciertas condiciones de buen testimonio cristiano. Las viudas sin buen testimonio quedaban por fuera. Por lo tanto, para ser elegible para recibir la ayuda de la iglesia no era suficiente ser pobre. Era necesario tener un buen testimonio.
Sin embargo, los partidarios de la TMI pretenden tener al Estado tanto en el lugar de las familias como de las iglesias. Aunque se llamen cristianos y utilicen el Evangelio fuera de contexto, sus acciones demuestran que están trabajando para crear un Estado más fuerte, transfiriéndole a él las responsabilidades propias de las familias y de las iglesias.
Bajo inspiración marxista, pero con estratégico ropaje bíblico, la teocracia socialista es, de lejos, la más popular y predominante forma de la acción política cristiana, donde católicos y evangélicos progresistas presionan al Estado para imponer a la sociedad la división forzosa de los bienes de los ciudadanos bajo el pretexto socialista de justicia social. En efecto, el Estado socialista teocrático rompe toda separación entre Iglesia y Estado, eliminando de las iglesias y sus familias las áreas de educación, salud, caridad, etc.
En nombre de la compasión hacia los pobres las comunidades eclesiales de base de la Iglesia Católica, infectadas con la Teología de la Liberación, predicaban que una teocracia socialista estaba plenamente justificada. Con suficientes bases bíblicas la Teología de la Liberación, la CNBB (Conferencia Nacional de Obispos Católicos de Brasil) marxista dio luz verde al a Lula y su partido político para que llegaran al poder. No hace mucho, los adeptos de la Teología de la Misión Integral también hicieron saber a Lula y a su séquito que contaban con el apoyo de los evangélicos para alzar vuelo.
Hoy en día, gracias a la Teología de la Liberación y la Teología de la Misión Integral, Brasil tiene un estado cada vez más socialista, supuestamente orientado a “los pobres”. Y no nos dejemos engañar. Aunque la palabra “teología” aparezca frecuentemente, lo que cuenta allí es la ideología. El propio Ariovaldo Ramos reconoció en la revista marxista Diplomatique , que “La teología de la Misión Integral es una variante protestante de la Teología de la Liberación”. Y la Teología de la Liberación es la variante religiosa más importante de la ideología marxista. Son las dos caras de una misma moneda.
Los adeptos de esta teología, que también se consideran a sí mismos “progresistas”, cuentan con un historial comprobado de vínculos socialistas.
Repitiendo lo que dije acerca de los evangélicos progresistas:
Ellos ocasionan incontables daños a la difusión del Evangelio al pervertirlo y ponerlo al servicio de una ideología que no nada tiene que ver con Jesucristo. Cada intento de implantar un reino humano de esta ideología trajo la manifestación del reino de las tinieblas: asesinatos, genocidios, mentiras, destrucción y terrible persecución a los verdaderos seguidores de Jesucristo.
Robo en nombre de la compasión
En nombre de la compasión por los pobres, el gobierno teocrático socialista quita de usted y de mí mucho dinero a través de golosas políticas fiscales. Veamos ahora algunos ejemplos de la utilización de nuestro dinero:
* Mi dinero me es quitado a la fuerza para ayudar al pobre Fidel Castro y su pobre gobierno comunista.
* Mi dinero me es quitado a la fuerza para ayudar a la pobre Autoridad Palestina que necesita perseguir a los cristianos y ayudar a sus pobres grupos terroristas contra Israel.
* Mi dinero me es quitado a la fuerza para ayudar a los pobres grupos homosexuales a fin de que promuevan sus orgías, incluyendo la promoción del homosexualismo en las escuelas públicas.
* Mi dinero me es quitado a la fuerza para financiar grupos pro-aborto para ayudar a las pobres mujeres y a los pobres médicos a librar la sociedad de los opresores bebés en gestación.
* Mi dinero me es quitado a la fuerza para ayudar a los pobres políticos socialistas de Brasil a viajar por todo el mundo para reunirse con amigos terroristas y dictadores.
* Mi dinero me es quitado a la fuerza para ayudar a muchos otros tipos de pobres, de acuerdo con la decisión del gobierno.
Y, puesto que ya estamos en una teocracia, todos deben obedecer sin cuestionar. ¿Alguna vez has visto a alguien que quiera cuestionar a Dios? Pero, preguntará usted, si estamos en una teocracia ¿Dios no está en el centro? ¡Oh, olvidé decir! Tan pronto como la Teología de la Liberación y de la Teología de la Misión Integral se vuelve una realidad nacional hay un pequeño cambio de “gobierno”. ¡El papel meramente simbólico de Dios es discretamente removido y el estado socialista ocupa el trono! ¡”Hola, Dios! ¡Gracias por dejarnos usar su nombre para hacer avanzar nuestra revolución! ¡Gracias también por permitirnos tomar prestado algunas partes de su Evangelio por medio de la Teología de la Liberación y de la Teología de la Misión Integral!”
Sin embargo, no se asuste: la Teología de la Liberación y la Teología de la Misión Integral garantizan que la preocupación central son los pobres y, ya sea que la teocracia socialista tenga a Dios o el Estado en el trono eso poco importa. ¡Lo que importa es hacer todo en nombre de la compasión y de los pobres!
Jesucristo está a favor de los pobres , pero su compasión no tiene nada que ver con el socialismo. Él nos enseña a amar y ayudar a los pobres de manera voluntaria. A muchos cristianos y a mí nos gustaría hacer más, pero la teocracia socialista está sofocando en los ciudadanos todos los recursos que deberían estar a disposición de los actos voluntarios de caridad: Enormes cantidades de impuestos son absorbidos por el Estado en nombre de la compasión por los pobres para financiar grandes políticas socialistas, incluyendo las bolsas-familia que mantienen un gran corral de votantes que sostiene la teocracia socialista .
Con el Dios verdadero, usted tiene la opción y el libre albedrío para ayudar a los pobres cuando quieras, como quieras, cuanto quieras. Con el falso dios de la teocracia socialista , la elección y el libre albedrío son decapitados. Nos guste o no, usted y sobre todo su bolsillo están llamados a contribuir involuntariamente a la revolución teocrática socialista AQUÍ Y AHORA.
Hay una diferencia cósmica entre Jesús y el Estado.
Jesús no usa el Estado para engañar a los pobres, ni lo usa para quitar el dinero de alguien, ni lo usa para obligar a nadie a perder su libre albedrío. Jesús se acerca a la persona y la invita: ¿Quiere seguirme? ¿Quiere ayudar a su prójimo?
Pero, la teocracia socialista actúa de manera muy diferente. Sus representantes vienen a usted y le dicen:
Necesitamos ayudar a los “pobres”.
Entonces, usted contesta:
¡Perfecto! ¿Con qué los va ayudar?
Con su dinero.
Pero yo no puedo dárselo ahora...
No estamos pidiendo su colaboración. Estamos exigiendo su dinero.
Espera un minuto. Jesús quiere que yo ayude, pero ni él me obliga a nada.
¿Por casualidad tenemos cara de Jesús? Entregue su dinero de inmediato. De lo contrario, usted será arrestado por insubordinación al Estado.
Sin tener otra opción, usted entrega su dinero. Sus bolsillos se vacían y, los bolsillos de los poderosos “al servicio” del “compasivo” Estado se llenan.
¿Cuál es la diferencia entre la Teología de la Prosperidad y la Teología de la Misión Integral?
Los dos vacían sus bolsillos. La primera, en el altar de la iglesia; la segunda, en el altar del Estado.
En la Teología de la Prosperidad, usted enriquece los líderes de la iglesia si quiere ofrendar. Recuerde: la Teología de la prosperidad no obliga a nadie a entrar en la iglesia y dar dinero.
En la Teología de la Misión Integral, usted enriquece a los líderes del Estado y sus locuras, le guste o no le guste. Recuerde: la Teología de la Misión Integral aboga por una teocracia socialista donde todos están obligados a entregar su dinero en el altar del Estado.
Estado pecador
Con su excusa de ayudar a los pobres mediante el incesante y desalmado aumento de impuestos el gobierno comete tres pecados:
* Rompe uno de los Diez Mandamientos que requiere no robar.
* Quita la oportunidad del ciudadano de ayudar voluntariamente a los pobres.
* Mantiene un populismo muy caro para solidificarse en el poder.
Jesús enseñó claramente en Mateo 6 que cada hombre — nunca el Estado — tiene la responsabilidad y la oportunidad de ayudar directamente a los pobres. Y Jesús también enseñó la manera de dar: sin que nadie lo sepa.
Por mucho que los adeptos de la Misión Integral o los seguidores de la Teología de la Liberación quieran, el gobierno no puede cumplir con estas dos enseñanzas por una simple razón: está dirigida a las personas de la iglesia, no al Estado.
Cuando el Estado entra en la esfera de la iglesia para cumplir el papel de sus miembros el resultado es la perversión. Mientras que el hombre o la mujer que aman a Jesús ayudan a los pobres con sus propios recursos, el Estado que no ama a Jesús le quita los recursos a los ciudadanos por la fuerza, y muy diferentemente de lo que Jesús mandó, hace propaganda y publicidad en todos los rincones del mundo de toda migaja que da, tocando trompetas sobre sí mismo y haciéndose cada vez más fuerte en el populismo oportunista.
Probablemente, el gobierno gasta del dinero del pueblo tanto en las migajas a los pobres cuanto en la publicidad para mantener su imagen de “protector de los pobres”.
Imagínese ahora el escenario: Un hombre está decidido a seguir la orientación de Jesús ayudando a los pobres. Así que, va a su vecino y le dice: “Dame tu dinero!” Ante la negativa del vecino, el hombre amenaza y por fin consigue el dinero. Con dinero en mano, anuncia a toda la ciudad que va a ayudar a los pobres. Toma una buena parte del dinero y se lo entrega a los periódicos para que hagan propaganda de su generosidad. Toma otra parte del dinero y se lo da a sus amigos homosexuales para que puedan juerguear a su antojo. Toma otra parte del dinero y se lo da a su amiga que trabaja en la defensa del aborto. La otra parte se la da a sus amigos. Toma un poco para sí mismo y, por último, para no ser injusto con su populismo espera a los periodistas, las cámaras, las televisoras, las emisoras de radio, etc, para entregar su “ayuda” a los pobres.
Esta es la caridad sin Dios.
Esta es la caridad estatal.
¿Cómo es posible que algunos cristianos se hayan metido en todo esto?
Yo creo que Jesucristo ha dado a los cristianos la autoridad y el poder de realizar señales, prodigios y maravillas, incluso la expulsión de los demonios. (Ver Marcos 16)
Ya es hora de que los cristianos expulsen de su seno la Teología de la de la Liberación y la Teología de la Misión Integral.
Versión en inglés: Theology of Integral Mission
Versión en portugués: Teologia da Missão Integral
Traducido de portugués para español por Maria Valarini.
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