Wednesday, June 4, 2014

Pesadilla brasilera: Copa del Mundo, palmada y aborto


Pesadilla brasilera: Copa del Mundo, palmada y aborto

Julio Severo
Para los extranjeros que vienen a Brasil para asistir a la Copa del Mundo, ese mega evento futbolístico significa a menudo “turismo sexual”. Pero para los brasileros, es la vieja táctica romana de apaciguamiento del “pan y circo”. Dé fútbol a los brasileros y se olvidan de sus angustias sociales y morales — por lo menos por un tiempo.
La principal razón por la cual el gobierno, bajo la presidenta socialista Dilma Rousseff, está favoreciendo la Copa del Mundo es para que los brasileros no presten atención a las consecuencias de sus nefastas políticas y sufrimientos planificados.
Recientemente, con el país bajo el hechizo de la Copa del Mundo, los hospitales habían sido puestos bajo una orden para facilitar abortos. En virtud de una nueva ley de aborto aprobada inmediatamente después de la visita del Papa el año pasado, las mujeres podían requerir un aborto médico simplemente alegando que fueron violadas — sin necesidad de evidencia médica o policiva.
La orden fue revocada por la fuerte presión de grupos católicos y del Frente Parlamentario Evangélico.
Sin embargo, otro sufrimiento planificado no tuvo tal atención. Durante más de una década, los socialistas de Brasil han estado trabajando arduamente para prohibir a los padres dar nalgadas o palmadas en los niños.
Hace un par de días sus recientes esfuerzos han salido victoriosos en la Cámara de Diputados y en el Senado.
La estrategia de aprobación en el Congreso de Brasil fue protagonizar un vergonzoso llamado, comparando las palmadas y nalgadas de los padres a sus hijos con el asesinato de niños. Esto es interesante, ya que el gobierno de Brasil y los políticos socialistas apoyan la matanza de niños — a través del aborto legal. ¡Pero si usted dice que el aborto es un asesinato dirán que usted está echando mano de un “vergonzoso llamado”!
Asesinato es asesinato. Aborto es asesinato de niños, pero los socialistas rechazan tal comparación. Nalgadas o palmadas de los padres no es asesinato, pero los socialistas no cesan de hacer tal comparación.
María del Rosario, la principal activista anti palmada y anti nalgada, había sido ministra de “Derechos Humanos” del gobierno de Dilma. Pero ella se mantuvo en el cargo solo hasta su extravagante actitud del año pasado, afirmando que el “asesinato” de un joven homosexual fue un crimen “homofóbico”. Ella inflamó de tal manera el caso hasta lograr convertirlo en un escándalo nacional, exigiendo leyes más duras contra personas “homofóbicas”, presionando las agencias de policía para dar prioridad a los crímenes contra los homosexuales, etc. Ella renunció después que se descubrió que el joven homosexual no había sido asesinado. Él se había suicidado después de que su amante lo rechazó.
Sin embargo, el argumento en contra de las nalgadas y palmadas de los padres salió victorioso. Rosario y otros socialistas dijeron que el asesinato de niños es incitado por la palmada y nalgada de los padres, y los medios de comunicación repitieron este “mantra” para todos los brasileros. La victoria llegó después que un niño fuera asesinado por su padre y su madrastra, y el coro socialista retomó: “Nalgadas y palmadas de los padres equivale a asesinato”.
Las audiencias en el Congreso de Brasil tuvieran otras llamadas escandalosas. Xuxa — una presentadora de televisión, actriz, cantante y empresaria — había sido invitada a apoyar la ley anti palmada y anti nalgada. ¿Qué tiene Xuxa para enseñar a los padres? Por cierto, ¿por qué está ella tan comprometida con una ley que pretende eliminar los derechos de los padres y invalidar sus decisiones acerca de sus hijos?
Xuxa no cuenta con ningún ejemplo aceptable de madre. Por elección ella nunca se ha casado, aunque fue amante de varios hombres. Ella solo tuvo una hija y para este embarazo, ella eligió a un hombre con ese único propósito. Nada más. Por su elección su hija fue criada sin padre.
En 1982, a los 19 años, Xuxa participó de la película “Amor extraño amor”. Su papel era seducir a un chico de 12 años. La escena mostró erotismo y pedofilia: una joven mujer desnuda con un niño desnudo en la cama.
Xuxa nunca estuvo en la cárcel por su escena de pedofilia. En cambio, en la década de 1980, su foto — desnuda — fue la portada de la revista Playboy.
Los padres que matan a sus hijos deben ser castigados. Las personas que fomentan la pedofilia a través de películas deben ser castigadas. Los padres que castigan físicamente a sus hijos con una vara, nalgadas o palmadas no deben ser tratados como criminales, sobre todo bajo el mal ejemplo de una mujer sin guía moral y ejemplo de madre.
La tragedia es que Brasil ha firmado la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño en 1990, por la cual no existe castigo legal para los delincuentes menores de 18 años. Los menores pueden golpear y matar a sus padres, y no habrá cárcel ni ninguna sentencia en contra, solo rehabilitación especial. Los agentes de policía tienen prohibido tratar como delincuentes los menores que violan, asaltan y matan.
Hace unos días, un brasileño que ahora es pastor de las Asambleas de Dios, me comentó que el fuera una autoridad municipal encargada de supervisar a los menores de edad problemáticos en Brasil. Decía que era una pesadilla porque ellos lidiaban con jóvenes de quince, dieciséis y diecisiete años que violaban y mataban, pero que legalmente no podían ser castigados. La rehabilitación brindada por el gobierno era y es un fracaso. El pastor me dijo que menos del cuatro por ciento logran alguna mejoría. Hoy él vive en Estados Unidos, donde me dijo que ha sido testigo de criminales tratados como criminales sin importar la edad.
Yo también prefiero el sistema americano, porque donde el conservadurismo es predominante, es menos bárbaro que el sistema legal de Brasil. Otro amigo mío, pastor presbiteriano en Texas, me dijo que en una ocasión cuando él iba pegarle a su hijo el niño dijo: “Si me pegas te denuncio a la policía”. En Brasil, eso es suficiente para amedrentar a un padre. Pero sabiamente, el propio padre llamó telefónicamente y llegó la policía. Después de escuchar al niño y a su padre, el policía solamente instruyó al padre sobre las mejores maneras de utilizar una chancleta o correa para castigar al niño. Huelga decir que el chico nunca más quiso involucrar a la policía.
¡¡Gracias a Dios eso fue en Texas, no en Brasil! ¡Texas, que es más conservador que otros estados más liberales donde los padres también se enfrentan a muchos riesgos, es sin duda un lugar que yo escogería para vivir si ellos piensan continuar con una vida social libre de las locuras de la ONU!
Por el contrario, el Frente Parlamentario Evangélico (FPE) que es una de las fuerzas pro-vida en el Congreso, hizo un repulsivo acuerdo con el gobierno y sus simpatizantes socialistas para aprobar la ley anti palmada o anti nalgada. Muchos miembros del FPE son socialistas también. La Iglesia Católica en Brasil que durante muchos años apoyó las medidas socialistas en el país, no se opuso a los esfuerzos del gobierno para eliminar los derechos de los padres en el tema de las nalgadas o palmadas.
Esta es la pesadilla brasilera: niños y adolescentes que asaltan, violan y matan no pueden por ley recibir castigo.
Esta es la pesadilla brasilera: padres que físicamente disciplinan con una vara o palmada o nalgada, para tratar de evitar que sus niños y adolescentes se conviertan en delincuentes que asalten, violen y maten serán legalmente castigados, y serán tratados como criminales y asesinos de niños, mientras que los verdaderos asesinos de niños (abortistas) no podrán por ley recibir castigo.
No existe ninguna epidemia de niños asesinados por sus padres en Brasil. Pero sí hay una epidemia de niños y adolescentes violando, asaltando y asesinando. Como siempre, ninguna punición.
Los psicópatas socialistas y sus leyes en Brasil, esencialmente dicen: “No le pegue a sus hijos para impedir que se conviertan en delincuentes. ¡Abórtalos! Le permitimos abortar, pero no que los disciplinen, ¿ok ?”
Trate de dar a sus hijos educación en el hogar en Brasil, y el gobierno vendrá tras suyo de manera feroz. Pégueles, y no habrá perdón estatal. Pero facilite sus caminos delictivos y usted no será molestado.
Visite São Paulo u otra gran ciudad de Brasil y verá un triste cuadro: niñas o niños de ocho años de edad pidiendo limosna en las calles, día y noche, mientras que el gobierno está demasiado ocupado dándole caza a los padres que aplican palmadas y nalgadas a sus hijos.
La Copa del Mundo ayuda a los brasileros a olvidarse momentáneamente de su pesadilla social.
Versión en inglés de este artículo: Brazilian Nightmare: World Cup, Spanking and Abortion
Traducido de portugués para español por Maria Valarini.

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