Wednesday, September 25, 2013

Julio Severo entrevista al diputado brasileño Marco Feliciano: De cómo una colosal oposición gay catapultó su nombre a la fama, por lo que ahora él es el político evangélico más prominente de Brasil


Julio Severo entrevista al diputado brasileño Marco Feliciano: De cómo una colosal oposición gay catapultó su nombre a la fama, por lo que ahora él es el político evangélico más prominente de Brasil

Julio Severo
Marco Feliciano se convirtió en el más destacado líder evangélico de la política brasileña. Su fama se produjo involuntariamente. Como diputado federal, fue nombrado presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados en marzo pasado. Inmediatamente, toda la izquierda comenzó una campaña masiva contra su nombramiento. Artistas, políticos e incluso ministros del gobierno socialista de la presidenta Dilma Rousseff lo querían fuera de la presidencia de dicha comisión.
Marco Feliciano
Incluso entre líderes evangélicos, la oposición fue feroz. Dos importantes pastores reformados izquierdistas, el Rev. Marcos Amaral y el Rev. Ariovaldo Ramos, participaron en campañas nacionales para remover del cargo a Feliciano.
Bajo esa atroz oposición, las posibilidades de mantenerse Feliciano en el cargo eran irrisorias. Nadie lo quería.
Yo estaba entre la pequeña minoría de líderes cristianos que lo apoyaban, a pesar de su pasado. Como Ariovaldo Ramos y muchos evangélicos y católicos izquierdistas, Feliciano apoyó la elección de la presidente socialista Dilma. Sin embargo, mis contactos católicos pro-vida me aseguraron que su ayuda fue decisiva en muchas batallas pro-vida en el Congreso de Brasil. Además, estas fuentes me han informado de que su apoyo a la socialista Dilma se produjo solo por su ingenuidad. A diferencia de Ariovaldo y Marcos Amaral que son militantes ideológicos y apoyaron a Hugo Chávez y a los gobiernos socialistas en Brasil y continuaron apoyándolos aun después de que comenzaron a promover el aborto y la homosexualidad. Feliciano dejó de apoyar a Dilma a causa de estos asuntos. Por otra parte, la oposición en masa a su nombramiento se debió a sus sólidas posiciones contra el aborto y la homosexualidad.
Marco Feliciano es el presidente de la Catedral de Avivamiento, una iglesia conectada a las Asambleas de Dios en Brasil. Su fama catapultó porque él se mantuvo, pese a la sistemática hostilidad socialista, como el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados.
Antes de su nombramiento, durante muchos años este comité, que fue controlado por poderosos socialistas, había aprobado la asignación de fondos a grupos homosexuales. Desde 2010, más de 100 mil dólares fueron asignados a la agenda gay. Con Feliciano en el cargo, estos enormes recursos financieros están siendo asignados a las necesidades legítimas de derechos humanos.
Los grupos de izquierda en toda la sociedad brasileña están furiosos con las pérdidas de los homosexuales. Pero los verdaderos derechos humanos están ganando.
Tengo el privilegio de entrevistar el diputado Marco Feliciano para hacerles saber acerca de la colosal batalla que él sostiene por apoyar los valores pro-familia en la política brasileña — que está dominada por socialistas decididos a imponer la cultura de muerte en Brasil.
Julio Severo: Su nombramiento a la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos (CDHM) provocó indignación en el gobierno del PT (Partido de los Trabajadores) y en los izquierdistas. Nunca he visto un político evangélico tan atacado como lo ha sido usted. ¿Por qué el PT y las izquierdas lo han hecho?
Marco Feliciano: Las izquierdas brasileras odian a todo y a todos que osen bloquear sus nefastos diseños progresistas. Desde que fue elegido en 2010, en honor a mis votos cristianos, me incliné hacia temas interesantes para mí y para mi sorpresa encontré casi 200 proyectos que transformaban a los gais en una súper raza. Y revisando todo muy bien, descubrí que se tramitaban en la Cámara de Diputados más de 900 proyectos que perjudican a las familias tradicionales, a las iglesias y a la libertad de expresión. Me convertí en una especie de “guardaespaldas” de la familia. Mucho antes de la CDHM yo ya había, por ejemplo, pedido la destitución de un ministro de la Corte Suprema por haber anticipado el voto sobre el aborto de bebés anencefálicos. Lo hice junto con el fallecido Dom Bergonzini, obispo de São Paulo. He sido también el autor de un PDC de referéndum sobre el matrimonio gay. Tuve varias batallas en las comisiones y en el Pleno cuando el tema era la orientación sexual, y desde entonces me transformaron en enemigo público. Cuando mi nombre fue indicado para la CDHM, la oposición se descontroló. Después de todo, no era un diputado en una infeliz comisión sin expresión. Era el diputado conservador, alguien básicamente de derecha, echando mano de una comisión creada exclusivamente por y para la izquierda.
Marco Feliciano con líderes católicos pró-vida
Julio Severo: Ariovaldo Ramos, Rev. Marcos Amaral y otros representantes de la izquierda evangélica se unieron a las protestas en su contra. ¿Por qué lo hicieron en su contra y no en contra de las políticas de aborto y homosexualismo  del gobierno del PT ?
Marco Feliciano: Un día recibí una llamada de alguien conectado a Ariovaldo diciendo que quería escucharme antes de decidir. Confieso que nunca antes había oído hablar de él. Seguí el mandato bíblico: “Seguid la paz con todos”. Fui al encuentro de este señor que me recibió con varios otros señores que componen la junta directiva de la Alianza Evangélica. Durante más de una hora donde les compartí mis explicaciones, denuncié cómo funcionaban las cosas en Brasilia, hablé de los cientos de proyectos que amenazaban la libertad de culto y la destrucción de la familia tradicional, etc. Sin embargo, me cuestionaron preguntándome cómo actúo con las demandas de los indígenas, de los pobres, de los problemas sociales, y entonces me di cuenta de que estos señores, amigos del alma del gobierno izquierdista, no estaban nada preocupados acerca de mis preocupaciones. Eran sólo activistas, preocupados de no provocar una “guerra” santa, me aconsejaron no ser intolerante, adoctrinándome sobre el gobierno perfecto de Lula y las buenas relaciones con el ministro de la Casa Civil Gilberto Carvalho. Uno de mis ayudantes que me acompañó, me confió: el ciudadano (Ariovaldo) no es de los nuestros… Luego me di cuenta de que la palabra se cumplía: Ariovaldo y los otros habían firmado un documento público en mi contra, antes de la reunión, y después de la reunión tampoco dijeron nada.
Julio Severo: En su desesperación, usted buscó ayuda de la ANAJURE, una asociación evangélica recién creada para defender los derechos civiles de los cristianos. ¿Cuál fue la respuesta?
Marco Feliciano: Era mucha desesperación. Había pasado casi 30 días que yo estaba bajo el fuego y aun así muy pocos vinieron a mi rescate. Me acordé de la ANAJURE. También recordé la petición desesperada que estos nobles juristas “cristianos” hicieron al Frente  Parlamentario Evangélico diciendo que la ANAJURE solo sería reconocida y respetada si se contaba con la aprobación del parlamento. Después de todo, era para eso que estaban creando esta entidad: proteger a los evangélicos parlamentarios en sus luchas por la libertad religiosa y por la familia. Llamé al presidente de la ANAJURE que estaba en Francia. Hablé con él más de una vez, y él dijo que estaba de mi lado y que la ANAJURE iría defenderme legalmente. ¡Cuento! ¡Puro cuento! Días más tarde una nota de estos santos juristas me golpeó y me aconsejó dejar la CDHM porque yo no era una persona calificada. Después de este episodio, ANAJURE perdió algunos de sus más importantes miembros fundadores, incluyendo nuestra guerrera de la fe en Brasilia, la Dra. Damares Alves.
Julio Severo: En el momento de la gran persecución en su contra, el presidente de la ANAJURE emitió un comunicado nacional advirtiendo que su presencia en la Comisión de Derechos Humanos  “dividiría, aún más, la misma iglesia evangélica… Todo eso porque los proyectos personales están por encima de los valores de la Verdad del Evangelio de Cristo”. ¿Por qué, en lugar de ayudarle a usted, el presidente de la ANAJURE optó por tal declaración pública?
Marco Feliciano: Por ser cobarde, porque no era conveniente mezclar la imagen de la institución a un “perro sarnoso” como yo en aquel momento. Yo era una vergüenza para ellos. Muy pocos creían que yo podría manejar la presión. Él apostó en mi salida, en mi caída. Pero el Señor por medio de oración de la iglesia me sostuvo.
Julio Severo: ¿Qué ha sufrido con tanta oposición proveniente de los medios de comunicación y de la secular izquierda evangélica?
Marco Feliciano: Persecución, acoso, amenazas de muerte, ataques físicos y  humillaciones públicas. Mi esposa contrajo una enfermedad psicosomática de la cual aún no se ha recuperado. Mis hijas menores (10 y 11 años) necesitaron de ayuda psicológica, pues en un culto activistas gais subieron sobre mi coche, exponiendo sus genitales, gritando, maldiciendo y escupiendo, mientras mis hijas estaban en el carro gritando y llorando. He perdido 10 libras de peso porque no podía comer ni dormir. Los medios de comunicación han sido crueles, editando mis mensajes predicados hace más de 15 años y cada día los sacaban  en sus periódicos y en la televisión. Los medios de comunicación social fueron terribles. Los activistas gais destrozaron nuestros templos e hicieron campaña en la puerta de algunas iglesias impidiendo la entrada de los feligreses. En algunas ciudades pequeñas la tormenta fue tan grande que los miembros ya no tenían el valor de ir a la iglesia, porque al llegar encontraban activistas homosexuales fumando, consumiendo drogas, tomando y bailando medio desnudos.
Protesto en contra Marco Feliciano
Julio Severo: ¿La presión de la militancia gay afectó su día a día? ¿Cómo?
Marco Feliciano: Sí. Hoy en día, rara vez salgo a lugares públicos. Cuando lo hago, si alguien me llama por mi nombre, o se aproxima abruptamente, mi corazón se acelera, porque no sé qué va a pasar y cuál será la intención de la persona. Por eso no voy más a restaurantes, tiendas y cuando voy intento disfrazarme para pasar desapercibido.
Julio Severo: ¿Su familia vino a sufrir amenazas debido a las presiones de los gays?
Marco Feliciano: Mi hija mayor, de 18 años, tuvo que cerrar su matrícula escolar en Brasil debido a que el apellido Feliciano pesa. Tuve que enviarla fuera de Brasil. Está estudiando en Estados Unidos.
Julio Severo: Los militantes homosexuales lo insultaron y lo amenazaron. ¿Usted los insultó y los amenazó?
Marco Feliciano: Mi perfil es de paz y tranquilidad. Tengo equilibrio emocional. Nunca insulto. Nunca amenazo. Incluso cuando tengo el apoyo legal para presentar una demanda, no lo hago. Soy cristiano, no sólo nominal sino practicante.
Julio Severo: ¿Qué piensa usted de la conducta homosexual? ¿Es médicamente saludable? ¿Es moralmente sana?
Marco Feliciano: Es un fenómeno conductual que está lejos de ser comprendido. Es un tema que necesita ser estudiado, pero el global activismo gay ha hecho que los psicólogos abandonen el tema y lo den por cerrado. Lo que es lamentable, por no decir criminal. Lo transformaron en “moda” y quiénes van a pagar por ello serán las próximas generaciones. La conducta gay está tras trastornos, angustias, tristezas y desesperación. Lo siento por ellos.
Julio Severo: ¿Qué piensa de la condenación que hace Dios en la Biblia de la  conducta homosexual?
Marco Feliciano: No cuestiono a Dios ni sus pensamientos. El A.T. señala prohibiciones con el fin de preservar la especie. Por ejemplo, la circuncisión, los alimentos como el cerdo o mariscos. Hoy sabemos cómo el separar a la gente de estas prácticas de alimentación, así como la circuncisión ayudó en la supervivencia del pueblo. Fue para mantenerlos sanos. Entiendo la condena de Dios a los actos homosexuales en muchos aspectos, la preservación de la especie. Si colocas 500 gais en una isla durante 70 años, al final la isla quedará desierta. El sexo anal es antihigiénico. Enfermedades como el VPH y el SIDA proliferan fácilmente entre la comunidad GLBTT, y tenemos el problema del pecado, que es todo lo que ofende y entristece a Dios. Recordando que las condenas eran en el A.T. en la dispensación  de la Ley. Con Cristo en el Nuevo Testamento la condenación es para el alma, en la eternidad. La ley del ojo por ojo fue reemplazado por el ama a tu prójimo como a ti mismo. Por eso amo homosexuales, pero aborrezco el acto homosexual.
Marco Feliciano recibe apoyo en la Concentración por la Familia en junio
Julio Severo: ¿Qué piensa del PLC 122, el proyecto de ley anti-“homofobia” en lo Congreso de Brasil?
Marco Feliciano: el PLC 122 es el candado que lacrará siempre la libertad de expresión y castigará fuertemente a la verdadera iglesia cristiana.
Julio Severo: ¿Está de acuerdo con la actitud del gobierno, con la complicidad de los medios de comunicación, de obligar a los niños y adolescentes a ser expuestos al adoctrinamiento homosexual en las escuelas y otros ambientes?
Marco Feliciano: Estoy en contra y pago un alto precio por ello. ¡La llamada “nueva estructura familiar” es deshonesta, macabra, pútrida, miserable y cruel! ¡Padres, cuiden a sus hijos!
Julio Severo: Antes de su presidencia, ¿qué ocurría en la Comisión de Derechos Humanos? ¿Es cierto que mucho dinero era canalizado para financiar proyectos homosexuales? ¿Puede mencionar algún proyecto financiado?
Marco Feliciano: La CDHM fue creada hace casi 20 años y fue utilizada como una plataforma de visibilidad al movimiento LGBTT. Durante los últimos 18 años se estima que, alrededor de 350 millones de reales fueron destinados a este grupo. Existen numerosas denuncias que, cuando examinadas se topan con una redoma política. El Ministerio de Cultura tiene una especie de sub-ministerio solo para gais. En São Paulo con el apoyo del gobierno estatal se creó el museo gay. Las marchas del orgullo gay tienen respaldo legal de las arcas públicas, y por allí sigue.
Julio Severo: Y ahora, bajo su presidencia, ¿cómo la Comisión de Derechos Humanos canaliza los recursos? ¿Dónde va el dinero del pueblo?
Marco Feliciano: Una comisión no puede enviar dinero, sino que indica donde se deben utilizar los fondos. Esto sucede al final del año. Todavía no lo hice, pero cuando lo haga, ten por seguro que apuntará a los que realmente necesitan el dinero del pueblo.
Julio Severo: ¿Cree usted que la gran revuelta de la militancia gay en contra de su presidencia en la Comisión de Derechos Humanos tiene que ver con la millonaria pérdida de recursos que el movimiento gay sufrió ?
Marco Feliciano: Por supuesto que sí. Y también con la pérdida de visibilidad en la Cámara de Diputados. Aunque este año se presentaron más en los medios de comunicación, lo que debería haber sido bueno para ellos, fue un verdadero disparo en el pie. La gente está despertando y dándose cuenta de lo que ellos realmente hacen.
Julio Severo: En el pasado, usted apoyó políticamente a Lula y a Dilma. ¿Qué le hizo cambiar de posición? Entre los valores éticos, en especial contra el aborto y la homosexualidad, y el apoyo al PT, ¿por qué optó por los valores éticos?
Marco Feliciano: En 2010 estábamos entre la espada y la pared. Por un lado, en la segunda ronda, estaba el PSDB y Serra, quien asumió públicamente que era a favor del aborto. Del otro lado Dilma, quien firmó un documento público diciendo que era en contra del aborto y que su gobierno no lo aprobaría. ¿Qué haría usted? Elegí el menos malo, el candidato que tenía un documento físico que podría ser utilizado para reclamar la promesa. Apoyé a Dilma. Me arrepentí. Para esta izquierda que hoy gobierna, los valores solo existen cuando se trata de dinero.
Julio Severo: ¿Por qué Ariovaldo Ramos y otros representantes de la izquierda evangélica, que también apoyaron Lula y Dilma, decidieron unirse al PT y a la militancia gay en contra de usted como presidente de la Comisión de Derechos Humanos? Los valores éticos, en especial los que son contra el aborto y la homosexualidad, ¿no son importantes para ellos?
Marco Feliciano: ¿Quién sabe? Sin duda debe haber alguna ganancia especial que desconocemos. Cito aquí el viejo poeta, “Entre el cielo y la tierra hay más misterios que nuestra vana filosofía de vivir…” Me cuesta creer que haya una iglesia que prefiere el error, pero no la verdad. No puedo entender lo que lleva a un pastor a apoyar un sistema perverso antes que quedarse al lado de su simples y débil hermano. No lo entiendo.
Julio Severo: Usted pasó por una gran prueba de fuego. Con tanta oposición a su nombramiento a la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos, parecía que usted no iba a durar mucho. ¿Cómo fue su experiencia con Dios durante este período?
Marco Feliciano: No recuerdo haber estado tan cerca de Dios antes de eso. Fue profundo. La dependencia a Él fue total. La oración tuvo un enfoque virtuoso. Yo que ya oía hablar de Él, lo conocí de verdad. Después de 40 días vi cristianos levantándose en mi ayuda. Evangélicos, católicos y, sorprendentemente, incluso espiritistas, babalorichás y ateos conservadores se unieron en el Internet, en las calles, en oración, en la televisión y la radio. La manifestación organizada por el Pastor Silas Malafaia en Brasilia fue una bendición. Vi a Dios mover el país a la oración.
Julio Severo: Después del gran rechazo y oposición, su permanencia como presidente de la Comisión de Derechos Humanos es un milagro. ¿Siente que Dios tenía ese propósito para usted? Jean Wyllys, el diputado gay, dice que fue colocado en la política por las deidades espiritistas. ¿Y en su caso? ¿Tiene usted un llamado de Dios para la política?
Marco Feliciano: Cuando me lancé como diputado federal fue una sorpresa para muchos. Pocos entendían lo que yo hacía en aquel momento. Tuve un sueño espiritual. Fui movido por Dios para actuar como político. Mi vida en la política despertó la mente de gran parte de la iglesia. Probé que es posible ser político y mantenerse lleno del Espíritu Santo. Sigo siendo pastor y predicador. Mis principios se mantienen. El próximo año la iglesia mostrará su fuerza en las urnas. Estoy seguro de que Dios está en este negocio. Creo que Dios todavía tiene “Josés y Danieles” para gobiernos. Recordando que el profeta del Antiguo Testamento era la conciencia política de los reyes.
Julio Severo: A muchos les gustaría votar por usted para presidente el próximo año, posiblemente debido a que todos los candidatos serán pro-aborto y pro- homosexualismo. Ni la socialista Marina Silva, quien busca el voto evangélico, es fiable en estos asuntos. Ella cuenta con el apoyo de muchos liberales, entre ellos evangélicos, quienes hicieron oposición sistemática a usted. Usted sería la única opción electoral para los cristianos. ¿Por qué no se candidata a la presidencia?
Marco Feliciano: Yo también me decepcioné con nuestra “hermana” Marina. Marina es tan de izquierda que el PT no era lo suficientemente radical para ella. Mira los que están al lado de ella en la construcción de su partido, la Red, y entenderán lo que digo. Si un partido hoy con tiempo en televisión me diera apoyo me postularía sin miedo. Si esta vez no, tal vez la próxima. Estoy en oración. Tengo mucho que aprender. Tengo 40 años de edad y comenzando mi vida política, recordando que nunca estuve siquiera como concejal. Estoy convencido de que no estoy 100% preparado, pero para esto hay asesores, ministerios, etc. Es un sueño. Soñemos. Soñemos con el día en que usted al oír la Voz do Brasil, el periodista dirá: Con la palabra Su Excelencia el Presidente de la República Federativa de Brasil. Y el Presidente iniciará su discurso así: SALUDO LOS COMPATRIOTAS BRASILEROS CON LA PAZ DEL SEÑOR.
* Uziel Santana.
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Traducido de portugués para español por Maria Valarini.
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