Saturday, June 25, 2011

La ratificación de Eros: cuando los cristianos se divorcian

La ratificación de Eros: cuando los cristianos se divorcian

24 de junio 2011 (Breakpoint.org / Pro-Familia Noticias ) - Todavía me acuerdo de mi tristeza al saber que un viejo amigo, alguien que yo creía que era un cristiano sincero, estaba abandonando a su esposa. Quedé sorprendido y decepcionado. ¿Cómo pudo este hombre tan dedicado a su esposa y a su Señor, enamorarse de otra mujer?
Un artículo escrito por el fallecido Sheldon Vanauken ayuda a responder a la pregunta y nos recuerda que estas tentaciones son muy comunes.
Vanauken, famoso por ser el autor de la poderosa historia de amor titulada "A Severe Mercy" (Una misericordia difícil), también publicó una colección de artículos llamados "Under the Mercy" (Bajo la misericordia), que explora los sentimientos.
En un artículo titulado "The Loves" (Los amores), Vanauken describe cómo un amigo cristiano llamado John le sorprendió con el anuncio de que estaba dejando a su esposa para casarse con otra mujer. John explicó su cambio repentino diciendo: "Se veía tan bien, tan correcto. Fue en ese momento que supimos que deberíamos divorciarnos. Pertenecíamos el uno al otro".
Como lo explica Vanauken, John estaba "invocando una ley más elevada: el sentimiento de que algo es bueno y correcto. Un sentimiento tan fuerte que barría... cualquier culpa que, en otras circunstancias, él hubiera experimentado” por lo que estaba haciendo a su familia.
Desafortunadamente, muchas personas aman el cónyuge no como persona, sino como alguien que despierta ciertos sentimientos. El voto del matrimonio no era tanto para la persona como para ese sentimiento. Así que, cuando estas personas se enamoran de otra, simplemente transfieren el voto a esta otra persona. Y ¿por qué no? Vanauken dice: "¿Si los votos no son nada más que sentimientos?"
Vanauken nombra a estas emociones excitantes "La ratificación de Eros". Cuando John dijo que su nuevo amor era algo bueno, "la aprobación sagrada que [él dijo que] sintió no podría haber sido procedente de [Dios], cuya condenación del divorcio está explícita en las Escrituras. Fue Eros, el dios pagano de los amantes, el que da esta ratificación a los fieles que están en su altar".
Vanauken continúa: "El veredicto de Eros de que este amor es algo tan bueno y tan correcto, para que todas las traiciones sean justificadas es simplemente una mentira". Pero lo peor de todo: los que son capturados y esclavizados por Eros están convencidos de que el amor de ellos es diferente, incluso sagrado. Ellos no se imaginan, Vanauken dice, "que la mitad de los amantes tienen la misma garantía".
Ahora bien, ¿puede este tipo de amor llamado Eros –este  apego físico y emocional–  ser una parte saludable de un matrimonio? ¡Por supuesto que no! Sin embargo, Eros no es el tipo de amor que mantiene esposos y esposas juntos "hasta que la muerte los separe". Este amor es el amor Ágape –amor ejemplificado por el sacrificio que Cristo eligió hacer de sí mismo en la cruz por su Novia, la Iglesia. Ágape es el amor del que habla Pablo en Efesios 5:25, cuando ordena que los maridos amen a sus esposas así como Cristo amó a la Iglesia.
El amor Ágape busca bendecir a otra persona; mantén una actitud de sacrificarse totalmente. El amor Eros, especialmente fuera del matrimonio, busca solo utilizar al otro. Su meta es satisfacerse a sí mismo. Y es por eso que los pastores deben esforzarse bastante para enseñar a los novios acerca de la necesidad de entender el amor Ágape. En algún momento, casi con seguridad, Eros se asomará con un nuevo y excitante amor – y los sentimientos de que este nuevo amor es correcto, incluso sagrado, pueden ser irresistibles.
Las parejas necesitan saber que sólo serán capaces de resistir a estas tentaciones cuando Cristo y el amor Ágape sean el centro de sus matrimonios.
Traducción del portugués al español por María Valarini
Divulgación: Blog de Julio Severo en español:

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