FNUAP: Los niños tienen derecho al sexo, a las drogas y al aborto para reducir la población
Rebecca Oas, Ph.D
NUEVA
YORK (C-Fam) Hay más jóvenes en el mundo ahora que nunca antes. Según el último
informe del
Fondo de Población de la ONU (UNFPA, por sus siglas en inglés), esto representa
una oportunidad sin precedentes para el progreso, pero solo si las generaciones
futuras son más reducidas.
La
receta del UNFPA para garantizar un «dividendo demográfico» incluye el aborto
disponible de forma gratuita para los adolescentes, la supresión de la edad de
libre consentimiento, de las leyes contra las drogas y la prostitución, y que
se disminuya la participación de los padres en la formación sexual de sus
hijos.
«[L]os
jóvenes requieren un amplio abanico de servicios de salud sexual y
reproductiva, incluidos los destinados a… realizar abortos en condiciones
seguras», afirma el Estado de la Población Mundial 2014, publicado el jueves.
Según el UNFPA, los sistemas jurídicos de la mayoría de los países han quedado
a la zaga respecto de los compromisos asumidos en tratados internacionales de
derechos humanos, y «esos marcos no se corresponden con las realidades de los
adolescentes y los jóvenes».
Ningún
tratado de la ONU menciona el aborto ni obliga a los países a hacer que los
jóvenes sean vulnerables frente a los adultos que ofrecen servicios sexuales y
reproductivos.
De
interés especial para el UNFPA son las leyes de edad de consentimiento que
exigen la autorización de los padres para el acceso al aborto, los
anticonceptivos u otros servicios como programas de intercambio de agujas para
los consumidores de drogas.
«[Las]
leyes de edad mínima de libre consentimiento contradicen la idea de que los
jóvenes deben participar en las decisiones que les atañen de conformidad con la
evolución de sus capacidades», sostiene el informe, equiparando la
participación en la toma de decisiones con el control unilateral.
El UNFPA
asimismo critica las leyes contrarias a «las relaciones entre personas del
mismo sexo, el consumo de drogas y la venta de sexo o el trabajo sexual»,
debido a que «son particularmente dañinos para los jóvenes que pretenden gozar
de su salud sexual y reproductiva y ejercer sus derechos reproductivos».
En el
mejor de los casos, los padres deberían ser la fuente primaria de información y
asesoramiento en materia de sexualidad, reconoce el informe, pero esto «no se
da como debería». Según el UNFPA, a menudo los padres «no saben cómo hablarle a
sus hijos sobre el tema».
El
informe plantea que podrían influenciarse cambios de conducta positivos entre
la gente joven «a través de intervenciones políticas, por ejemplo las que
suavizan las restricciones etarias o dependientes del consentimiento paterno
para el acceso de los adolescentes a los servicios».
Aunque
el interés principal del Fondo de Población es poner un freno al crecimiento de
la población, su énfasis en los jóvenes está inmerso en el lenguaje de los
derechos humanos, maximizar el potencial y eliminar los obstáculos al éxito.
Los jóvenes no solo son el objetivo del abordaje, sino que también se los adiestra
para ser sus principales defensores. Eso implica darles mensajes que no están
escuchando en casa o en sus propias comunidades.
No
obstante, la premisa de que la reducción de la fertilidad de los países en
desarrollo los catapultará a la prosperidad es cuestionable. Los países con
niveles bajos de fecundidad y poblaciones ancianas en aumento enfrentan una
carga financiera cada vez mayor, ya que los hijos dependientes provocan menos
gastos que las personas mayores dependientes.
Los
economistas han advertido que la disminución de la fertilidad tiende a seguir,
en vez de preceder, al incremento de la prosperidad económica, motivo por el
cual el «dividendo demográfico» se presentó más pronunciado en Asia que en
América Latina u otras regiones en desarrollo.
Mientras
que el informe reconoce que el estancamiento económico y la falta de educación
u oportunidades laborales frenan el avance de los jóvenes, su interés principal
es que la pobreza puede ser un poderoso obstáculo «para obtener lo necesario
para que puedan gozar de salud sexual y reproductiva y ejercer sus derechos
reproductivos».
En
suma, el informe del Fondo de Población afirma que la clave para el desarrollo
es garantizar que la conducta sexual de los adolescentes no sea supervisada,
que sea irrestricta, que se la financie con dinero público, y, sobre todo, que
no sea procreadora. El UNFPA postula que la imposición de la anarquía sexual en
los jóvenes garantizará su bienestar y el del mundo entero.
Traducido por Luciana María
Palazzo de Castellano
Fuente: Friday
Fax
Divulgaccion: www.julioseveroenespanol.blogspot.com
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