Tuesday, January 19, 2010

Pastor que alentó criminoso arrepentido a entregarse a la policía cae en la trampa de las leyes contra la discriminación

Pastor que alentó criminoso arrepentido a entregarse a la policía cae en la trampa de las leyes contra la discriminación

Julio Severo
Un pastor de la Iglesia Evangélica Asamblea de Dios Trabajadores  de la Última Hora hizo lo que el gobierno con toda su carga de recaudación de impuestos no hace: rehabilitar un criminal. El Pastor Isaías Andrade recibió en su iglesia a Rodrigo Carvalho Cruz, conocido como “Tico”, acusado como el autor del robo y de la muerte del turista italiano George Morassi, en noviembre de 2007. Allí, Tico recibió el Evangelio y aceptó a Jesús.
Luego, el pastor aconsejó al arrepentido criminal entregarse a la policía. Allá, sin embargo, el propio pastor fue víctima de acusaciones penales — a causa de las tendencias políticamente correctas. Fue denunciado por el Ministerio Público de Río de Janeiro por la práctica de prejuicios religiosos en contra de las entidades del candomblé.
La denuncia remitida  al juez Flavio Marcelo Fernández, del 37° Distrito de lo Penal de Rio de Janeiro, Brasil, es de la fiscal Marcia Teixeira Velasco.
Citando el reportaje “Ladrón se entrega con Biblia en mano”, el periódico “Meia Hora” (edición del 27 de noviembre de 2007), la denuncia del Ministerio Público de Rio de Janeiro dice que el pastor Isaías da Silva Andrade “practicó, de forma libre y consciente,  discriminación o prejuicio basado en la religión”. Al hacer una declaración sobre Tico, el pastor dijo:
“Él estaba poseído por una legión de demonios, como Exu Caveira y Zé Pilintra. Tico recibió liberación  y lo convencimos de que se entregara hoy”.
El pastor hizo esa declaración en los recintos de la DC-Polinter[1], donde acompañó a Tico en su entrega a la policía.
Según la fiscal, el candomblé y sus practicantes “fueron directamente afectados por la declaración racista y discriminatoria, donde el denunciado vilipendió a las entidades espirituales de la religión africana, con la finalidad espuria de proteger al autor del nefasto delito”.
El proceso contó con la asistencia de Leonardo Chaves, Sub Comisionado General de la Fiscalía  de Derechos Humanos. Las nuevas definiciones de los derechos humanos incluyen la protección a las prácticas de brujería y cada vez más a las prácticas homosexuales, de modo que el mismo gobierno que tiene mucha dificultad en identificar y castigar a los verdaderos criminales — violadores, asesinos, etc. — encuentra ahora que es más fácil identificar y castigar a personas que nunca cometieron delitos reales, sino que han traspasado los límites de las categorías de los artificiales delitos impuestos por el Estado.
Ahora, el foco de atención ya no son los verdaderos crímenes de Tico, sino los crímenes imaginarios de Pastor Isaías. Este último cometió, en la opinión del infalible Estado, el pecado imperdonable de ofender a los demonios del candomblé.
El caso, que está siendo monitoreada por la Comisión de Lucha contra la Intolerancia Religiosa, es el primero donde un pastor es denunciado criminalmente por discriminar religiones afro- brasileras como el candomblé. Si es declarado culpable, el pastor puede purgar  pena de cuatro a cinco años de detención.
Traducción: Maria Valarini


[1] Distrito Policial de Capturas y Policia Interestatal.

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